ETNOGRAFÍA
La exposición etnográfica del Museo Histórico "Iskra" refleja la manera de vivir y la cultura de la gente del Valle de las Rosas. Durante el siglo XVIII-XIX en la ciudad se trasladaron muchos búlgaros de Koprivshtitsa, Klissura, Turnovo, Gabrovo, Tryavna. Los migrantes trajeron consigo la esperanza, las expectativas de una vida mejor, mucha ambición y voluntad de trabajar. En el siglo XVII en el Valle aparece y la rosa como un cultivo de aceites-etéreos esenciales. Todo esto ayuda a Kazanlak muy rápidamente para desarrollar la artesanía, el comercio, el ganado y para convertirse en una de las ciudades más activas bajo las faldas dela montaña.
Nuestros huéspedes pueden ver muestras de artesanía de calderero, alfarería, trenza / tiras de algún material fácilmente manipulable/, orfebria.
El popular traje tradicional en Kazanlak es el Sukman/vestido largo sin mangas, elaborado de tela gruesa de lana/. El traje femenino también incluye la camisa, falda, pañuelo, cinturón, calcetines, diversas prendas de vestir exteriores de acuerdo a la temporada. El sukman está elaborado de tela tejida en casa, negra, sin mangas y con colas. Las colas son de la tela del vestido y están ricamente decoradas. Están atadas bajo el cinturón y además de función decorativa tienen y una práctica. Por el trabajo de campo, las colas se meten delante en la cintura y el Sukman se convierte en ropa de trabajo más confortable. El traje típico con Sukman se termina con pañuelo tradicional sobre la cabeza de la mujer. Dentro de la región ha sido en propagación, por los migrantes de Tarnovo y Gabrovo, cubrir la cabeza de manera ”sokaina”/con pañuelo y joyas tradicionales/. Se presentan colecciones de tiras y bordados de manera ”sokaina”. que junto con los bordados revelan el exquisito sentido de la búlgara a la belleza y al confort, cuentan historias coloridas de amor, de esperanza, del espíritu rico.
El suplemento básico del traje tradicional y de la belleza de las mujeres son los adornos diferentes por especies y materiales. Fueron exhibidos diferentes tepelatzi/ adorno en plata típico del renacimiento/, decoraciones de la frente, que asoma, muñecas, pulseras, pendientes, cinturones y collares, que hoy en día sorprenden con su belleza y su maestría en la elaboración. Se distingue el trabajo de los orfebres locales porque marcan sus joyas con una decoración "gul-roses"/rosa en turco y búlgaro/.
El vestido masculino campesino de Kazanlak es de color negro. El traje masculino se compone de “poturi” /pantalones tradicionales/, decoradas con trenzas y una camisa blanca de algodón. Encima de la camisa se lleva chaleco rojo tejido en casa, con una rica decoración de trenzas y broches. El cinturón de tela roja, los diferentes tonos de color son un signo de estado civil del hombre - brillante para los solteros, más oscuro para los casados y negro para los abuelos. El gorro, más a menudo fabricado por zalea, con cordones de lana de cabra llamados “kadunki”, junto con los zapatos elaborados de piel de cerdo, todo completa el traje campesino masculino.
Kazanlak se impone en la mente de sus contemporáneos como un importante productor de aceite de rosas. La producción de rosas da impulso al desarrollo de otros oficios relacionados. "La Rosa da el nombre del valle, se convierte en símbolo de la nación búlgara, trae buen mensaje a las naciones amigas y desconocidas, se vuelve aún como bendición o maldición para la vida y el destino de la gente" (P. Konstantinov). Desde la antigüedad la rosa se convirtió en un símbolo de la perfección y la pasión. Siempre ha sido percibida como una planta ritual y por lo tanto hoy visitar el Valle de las Rosas es una especie de magia. Las flores fragantes y delicadas de la rosa están tejidos en las mantas de lana y las alfombras, en los bordados de las camisas, almohadas, manteles, están forjadas en las pulseras y las hebillas de los cinturones, inscritas sobre los iconos, los baúles, los cántaros y las vasijas de cobre, los tallados en madera de los techos, las puertas, las fuentes.
La parte etnográfica de la exposición del museo presenta el distinto en la vida y la psicología de los lugareños. La rosa como cultura requiere un trabajo durante todo el año, por lo que encarna la esencia de los búlgaros - trabajo tenaz y dedicado, la alegría de la labor y los logros, la atención al detalle y un gran amor por la tierra.
Jefa de sección:
Venelina Peeva
Teléfono: +359 431 9 90 50
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